Muchas personas tienen impulsos, fantasías y comportamientos sexuales intensos. Pero ¿qué ocurre cuando éstos se vuelven intrusivos y persistentes?
Diferentes factores y experiencias pueden llevar a alguien a desarrollar una adicción al sexo y otros trastornos sexuales.
Aunque la adicción al sexo no es un diagnóstico formal o reconocido, la frase se ha utilizado a menudo para describir los síntomas asociados al trastorno de la conducta sexual compulsiva (TSC).
Incluso así, no todos los expertos están de acuerdo en que estos síntomas encajen en una sola condición de salud mental. Esto puede hacer que a veces el diagnóstico sea un reto.
En cualquier caso, si estás experimentando comportamientos sexuales compulsivos e intrusivos, puedes encontrar una mejora tras buscar el apoyo de un profesional de la salud mental.
El lenguaje importa: En este artículo, utilizamos “adicción al sexo”, una expresión sobre la que se ha escrito, estudiado y discutido en grupos de psicología y asesoramiento y en programas de 12 pasos. Sin embargo, no hay pruebas empíricas que sugieran que la adicción al sexo existe, o que los síntomas del comportamiento sexual compulsivo puedan explicarse como una adicción. Sin embargo, esto no implica que tus síntomas y preocupaciones no sean válidos o reales. Esta aclaración se refiere únicamente a la terminología formal.
Posibles causas del comportamiento sexual compulsivo
Es natural que te preguntes de dónde vienen tus síntomas. Sin embargo, las causas fundamentales del trastorno de conducta sexual compulsiva, también conocido como hipersexualidad, no se conocen bien.
Los expertos han identificado algunos factores que pueden estar asociados a lo que tú o los demás pueden denominar adicción al sexo.
Sin embargo, no se ha determinado completamente si causan tus síntomas, si contribuyen a ellos o si son el resultado de los mismos.
Las causas potenciales y los factores que contribuyen a la aparición de la enfermedad de las vacas locas son los siguientes:
- anomalías del lóbulo frontal
- neurotransmisores
- medicamentos
- desregulación emocional
- relaciones parentales
- abuso en la infancia
Anomalías del lóbulo frontal
Hay una investigación limitada de neuroimagen sobre la hipersexualidad que respondería si el cerebro es diferente, y en qué medida, en las personas con comportamiento sexual compulsivo.
Sin embargo, algunas publicaciones sugieren que, en algunos casos, la hipersexualidad puede estar asociada a lesiones o tumores de los lóbulos frontal y temporal.
Esta revisión sugiere que la hipersexualidad es más probable que se produzca cuando hay retos psicosociales previos o anomalías en ambos lóbulos temporales.
Sin embargo, no todas las personas con lesiones del lóbulo frontal o temporal experimentan comportamientos sexuales compulsivos. Del mismo modo, no todos los comportamientos sexuales compulsivos pueden explicarse por una lesión en el cerebro.
Las enfermedades neurológicas, como la demencia, también se han relacionado con las compulsiones sexuales. Aunque todavía no se ha establecido una causalidad.
Neurotransmisores
Los desequilibrios de algunos neurotransmisores -como la dopamina, altamente adictiva- pueden contribuir al trastorno del comportamiento sexual compulsivo, aunque los mecanismos exactos no están claros.
Los neurotransmisores son una parte importante de la reacción sexual de tu cuerpo, ya que desencadenan respuestas del sistema nervioso central como el aumento de la frecuencia cardíaca y regulan las reacciones al placer.
Los cambios significativos en los niveles de estos neurotransmisores pueden influir en tu comportamiento sexual.
Medicamentos
Ciertos medicamentos pueden desencadenar comportamientos sexuales compulsivos, aunque los expertos aún no han comprendido los mecanismos exactos.
Por ejemplo, un estudio de 2010 descubrió que algunos tratamientos para la enfermedad de Parkinson basados en la sustitución de la dopamina se han asociado a un aumento de los síntomas de la conducta sexual compulsiva y de otros trastornos del control de los impulsos.
Sin embargo, es necesario investigar más sobre este tema para establecer una relación causa-efecto.
Estados de ánimo y desregulación emocional
Algunos expertos han observado una relación entre los estados de ánimo y la regulación emocional con un aumento de las conductas sexuales compulsivas.
Un estudio de 2020, por ejemplo, descubrió que la desregulación emocional puede ser tanto un síntoma como un factor que contribuye al desarrollo de la enfermedad.
La desregulación emocional se refiere a la dificultad para gestionar tus emociones o regular las reacciones emocionales ante un estímulo específico.
Una revisión de 2020 también encontró una relación entre la sensación de aburrimiento y la hipersexualidad, aunque se necesitan más pruebas para establecer una relación causal.
En general, los niveles más altos de emociones tanto agradables como desagradables se han relacionado con un aumento de las conductas impulsivo-compulsivas.
Relaciones parentales
La disfunción familiar también puede contribuir a los síntomas de hipersexualidad, aunque no se ha establecido una relación de causa y efecto.
Los estudios más antiguos examinados en una revisión de 2015 descubrieron que las personas de familias desvinculadas y rígidas experimentan más comportamientos sexuales compulsivos que las de estructuras familiares diferentes.
Abuso en la infancia
Un estudio de 2020 y una revisión bibliográfica del mismo año indicaron que el abuso sexual en la infancia y la adolescencia se asocia significativamente con comportamientos hipersexuales.
Opciones de tratamiento para la DSBC
Un especialista en atención de confianza puede ayudarte a descubrir qué es lo que influye y causa tus síntomas de adicción al sexo.
Las opciones de tratamiento para la DSBC pueden incluir:
- Terapia psicosocial. Estudiar cómo los comportamientos relacionados con la adicción están vinculados a las influencias sociales.
- Terapia cognitivo-conductual. Centrada en la prevención y en remodelar la forma de pensar sobre el comportamiento sexual.
- Terapia psicodinámica. Explorar cómo se expresan las emociones y pensamientos más profundos a través de los comportamientos sexuales.
- Terapia de pareja. Ayudaros a ti y a tu pareja a entender la adicción al sexo en una relación.
- Farmacoterapia. Utilización de medicamentos para tratar otros efectos secundarios físicos o afecciones relacionadas con la enfermedad de Alzheimer.
- Redes de apoyo. Encontrar una vía de escape para hablar de tu trayectoria de tratamiento y de los retos a los que puedes enfrentarte.
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Próximos pasos
La adicción al sexo no es un diagnóstico formal. El patrón de actividades e impulsos sexuales repetitivos que suele atribuirse a esta frase también puede explicarse por un trastorno de conducta sexual compulsiva.
Las causas de este trastorno aún no se conocen bien, pero algunos expertos creen que puede ser una combinación de diferentes factores. La regulación emocional, los traumas sexuales y los cambios neurológicos son algunos de estos factores.